En marzo, un voraz incendio redujo a cenizas el hogar de Doña Marta Rondón y su familia, en la comunidad de Villa Pompa, Sabana Perdida. Las llamas arrasaron con cada pertenencia, cada recuerdo material… pero la esperanza nunca se apagó en sus corazones.
La historia de Doña Marta conmovió profundamente a la primera dama, Raquel Arbaje, quien, con la sensibilidad y el compromiso que la caracterizan, no dudó en actuar. De inmediato nos hizo llegar el caso, con la firme convicción de que el Estado debe estar presente cuando más se necesita.
Gracias a su gestión y al respaldo de la Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Barrial, presidida por Rolfi Rojas, la vivienda de Doña Marta fue reconstruida desde sus cimientos y entregada completamente amueblada, lista para que su familia pueda comenzar una nueva etapa.
Hoy, Doña Marta no solo cuenta con un nuevo techo: tiene paz, seguridad, esperanza y la fuerza para seguir adelante. Esta acción demuestra que, cuando una familia lo pierde todo, las obras hablan más fuerte que las palabras.
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